26 de diciembre de 2011

La navidad trae viejos recuerdos.



Salimos a la ciudad del tiempo, de la que era fácil escapar cuando atormentaba el pasado. Salimos de los recuerdos que nos identificaban y nos hicieron ser tal y como somos. Tristes y huidizos. Incapaces de regalarnos una sonrisa por navidad. Incapaces de mirarnos a los ojos y declarar tregua a una guerra que empezó un 1 de septiembre. ¿Recuerdas? Éramos como el agua y el aceite. No estábamos hechos para estar juntos

3 comentarios: