2 de junio de 2011

Era tan incapaz de cerrar tanto la boca como las piernas

Acaba otra maravillosa e injusta mini jornada colectiva en la que me enseño más de lo que aprendo. Esta vez mi bicicleta son mis piernas, nada mejor para deambular por Madrid. Gran Vía. Callao. Que noche tan bonita. Un joven nórdico se muerde el labio mientras me mira de reojo al lado del metro. Es incapaz de articular una palabra. Se queda todo entre sus labios. Adoro la inseguridad. Es el sentimiento más sexy del mundo. Irresistible. Insoportable. Me acerco y descaradamente le ordeno (no le digo, nunca me han gustado los buenos modales).''Acompáñame a casa, hace frío y me da miedo ir sola''. Me sigue desconcertado me obligo a no mirarle hasta abrir la cerradura de mi Ático A. Y claramente nos follamos, por el pasillo hasta la habitación, de la habitación al pasillo y acabamos tirados en el salón.






-¿ Y que tal  ?               
- Jodidamente salvaje.
-Pues fíjate, cuando te vi pensé:
''Este tío tiene pinta de follar mal''. 
Que gran equivocación, amigo.

1 comentario:

  1. si esque las entradas que escribes tu no las escribe nadie ! me encanta tu estilo :)
    un besazo enorme guapaa ;D

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