Me desperté entre zapatos, medias rotas y ropa interior ocultando el suelo de un apartamento ajeno. Un hombre moreno de ojos verdes estaba tumbado ocupando mi mitad de la cama. No se parecía en nada al de la noche anterior, ni al de la otra, ni al de la otra. Me senté en el poyete de la ventana a reflexionar sobre los echos. Recordaba un detalle de cada hombre con el que estaba cada noche, solo uno. Llegué a la conclusión de que me había vuelto en un putón y que nadie me podría sacar de eso. De que ya no sentía como antes, ni siquiera recordaba sus nombres. Y que no existía amor por donde quiera que lo buscases,debía de haberse escondido en lo más profundo de mí, todo era plena excitación. Sexo pleno de satisfacción.
Que feliz era, mujer de cama en cama,sin existencia de pena.
me ha encantado esta entrada ! me gusta mucho como escribes
ResponderEliminarpor cierto la frase de debajo de la foto impresionante jeje
un besazo guapaa ;D
Jaja, me alegro de que te guste y me encanta que dejes tu pequeña opinion en las entradas, gracias:)
ResponderEliminarMe chifla, mmmm.. "sin existencia de pena" La "culpa" lo estropea todo, sin culpa solo queda lo mejor, ¿a q estas sonriéndo???
ResponderEliminarBss de color Violeta, Pásate:
http://adolescentealos28.blogspot.com/