Caminamos sobre un hilo de seda. Y la desgana y el cansancio cada vez pesan más. El hilo se va estirando poco a poco, pero lo suficiente deprisa como para darnos cuenta que está apunto de romperse. Con un simple soplo nos caeremos al vacío y allí no nos volveremos a encontrar. Hoy no te echo de menos, y tal vez mañana te tenga que esperar.
Siempre fue mejor intentar.
precioso ! :D
ResponderEliminar