Fue un accidente. Lo siguiente que recuerdo es verme estampada en el sucio morro de un BMW X6. Fue horrible, me dolían todas y cada una de las partes de mi cuerpo. Juraría que me rompí huesos que ni sabía que tenía. Fue una sensación horripilante, pero se quedaba en bonita comparado al momento en que decidiste irte. Te empeñaste en que mi mejor amiga te diera la dirección del hospital en que estaba. Te la dió. Y la odié por eso. ¿Para que querer enemigos teniendo amigos así? Te hizo verme enferma y desprotegida, sin fuerzas. Cambió por completo aquella imagen fija que tenías sobre mi. Aquella que yo me empeñé que creyeras. Ya no era aquella chica fuerte y dura a la que le importaba una mierda que te fueras con la primera p*** asquerosa que se te cruzase. Pero no importa, me conformo con que pienses en mi todos los días 23. En que tengas guardados todos los recuerdos de esas tardes entre las sabanas con olor a miel y azúcar en una parte escondida de tu cabeza. En que cuando digan sexo recuerdes como te hacía bajar al infierno y arder de calor. Sé que sigues deseando desabrocharme el sujetador y quedarte tumbado en la cama viendo cómo me visto. Sé que volverás pero en ese preciso momento me estará haciendo morir de placer cualquier otro cabrón como tú.
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